¿Qué es El Olivo?

El Olivo un centro de psicoterapia y formación de orientación humanista.

El Olivo es una metáfora viva que representa nuestra visión terapéutica: las ramas representan lo nuevo, el crecimiento, los frutos que obtenemos de un contacto auténtico, pleno,  el tronco, firme y agrietado, refleja la fortaleza y la autenticidad del ser humano, con todas sus imperfecciones y matices únicos; y las raíces, nuestra historia, nuestro legado familiar, y ese estar conectados/as desde lo profundo.

 Este árbol ancestral representa nuestro enfoque en la psicoterapia: dinámico, en constante evolución y en armonía con el entorno, ofreciendo luz, conexión y crecimiento emocional.

Las raíces

Nuestra historia

En El Olivo Psicoterapia Humanista comenzamos nuestra andadura en este proyecto, compartiendo una vivencia primigenia en el inicio profesional de cada uno/a. Nuestro origen compartido, nuestras raíces, refieren al desarrollo de nuestra terapéutica como psicólogos/as en el ámbito de la intervención social (adicciones, menores en situación de riesgo, mujeres trabajadoras del sexo, centros penitenciarios, servicios sociales, minorías étnicas, etc.). Estas experiencias han marcado profundamente nuestra comprensión y acercamiento a las personas que sufren.

Coincidimos y convivimos, durante más de 15 años en el Instituto de Psicoterapia Gestalt (IPG); centro fundado por Ángeles Martín. Durante el tiempo que nos constituimos como miembros del equipo del IPG, hemos acumulado una larga trayectoria como clínicos, profesorado permanente y coordinadores en la formación en psicoterapia Gestalt que se impartía en el Instituto, a la par de colaborar activamente para otros centros de formación en psicoterapia: Sevilla (La Montera), Santiago de Compostela (Pañña), Vitoria Gasteiz (EncuerpoyAlma), Getxo (Síntesis), Lisboa (Sociedad Luso-Española de Psicoterapia Gestalt), Jaén (Instituto de Psicoterapia Reencuentro), Cádiz (Syam)… etc.

A partir del 16 de  julio de 2016 concurren nuestros deseos de co-crear un espacio afín: un olivo con cuatro troncos y profundas y extensas raíces; un lugar donde convergen nuestros orígenes sociales con un modo de pensar, sentir y vivir el trabajo complejo de acompañar a personas en su devenir existencial; una reactualización de la ética humanista, con una mirada más contemporánea que tenga en cuenta la situación contextual que nos alberga en este nuestro momento histórico actual; una aplicación al ámbito clínico y la formación especializada a profesionales que suponga la incorporación de modelos holísticos de la existencia, la práctica de teorías de campo y una perspectiva dialogal y relacional. En suma un terreno en que las posibilidades de crecimiento y cambio se incrementan debido al acento puesto en el potencial del Ser Humano.

El tronco

Las bases teóricas

En nuestro equipo somos psicólogos/as con una mirada humanista, centrada en la persona, su historia y su potencial de transformación.

Entendemos el malestar como una respuesta legítima a vivencias difíciles, y no tanto como una patología. Un ser humano, complejo, maravilloso/a y único/a

Acompañamos desde la presencia, el respeto, la escucha y la seguridad, favoreciendo procesos de cambio auténticos. Nuestro espacio físico es una metáfora de cómo entendemos el acompañamiento y los cuidados.

Integramos diversas corrientes terapéuticas como la Gestalt, la terapia EMDR, el enfoque sistémico, la terapia psicoanalítica, la psicoterapia feminista y el trabajo somático y corporal.

 Trabajamos con el cuerpo, la emoción y la palabra, explorando el aquí y ahora, sin perder de vista el contexto familiar, social y cultural.

Abordajes individuales, de grupo, diádicos, de la pareja y también de la familia.

 Acompañamos tanto a niños como a adultos en procesos de duelo, trauma, crisis vitales o bloqueos emocionales.

Nuestros psicoterapeutas trabajan desde alguno de estos abordajes psicológicos y terapéuticos: 

Ayuda al paciente a tomar conciencia de lo que siente, piensa y hace en el aquí y ahora.

Fomenta la responsabilidad personal y la autenticidad en la experiencia. Facilita el contacto emocional y la expresión de necesidades bloqueadas. Integra cuerpo, emoción y mente como partes inseparables del proceso terapéutico. Promueve una vivencia más plena, espontánea y conectada con el presente. 

Es una de nuestras formaciones más consolidadas. 

Comprende el malestar individual dentro de sus vínculos familiares y contextos relacionales. Incluye, cuando es necesario, a miembros de la familia o la pareja en el proceso terapéutico.

Utiliza herramientas específicas como el genograma, las escenificaciones o las preguntas circulares para identificar patrones, roles y lealtades invisibles. Aporta una mirada más amplia que no culpabiliza, sino que busca comprender y transformar dinámicas que generan sufrimiento. Favorece el cambio relacional y personal, promoviendo nuevas formas de comunicación, conexión y pertenencia.

 El cuerpo como vía de acceso al trabajo emocional. Ayudan a liberar tensiones acumuladas y a completar respuestas bloqueadas al trauma. Permiten reconectar con las sensaciones corporales, favoreciendo una regulación más orgánica del sistema nervioso. Estas técnicas no buscan revivir el pasado, sino acompañar al cuerpo a encontrar nuevas salidas desde el presente. Son especialmente útiles cuando las palabras no alcanzan y el malestar se expresa a través del cuerpo, en forma de tensiones frecuentes, irritación, inflación y dolor somático

La relación con nuestros cuidadores principales moldean cómo gestionamos el estrés y las emociones, como nos calmamos y regulamos. De qué modo nos conectamos con el otro/a.

Cuando hay trauma temprano, el sistema de apego se altera, afectando la capacidad de regularse. Esto da lugar a patrones defensivos que impactan en la vida emocional y relacional. En terapia, trabajamos para restaurar dichas lesiones, aportar sensación de seguridad, conexión y regulación.

El Círculo de Seguridad es un modelo basado en el apego que ayuda a madres, padres y figuras cuidadoras a comprender mejor las necesidades emocionales de sus hijas/os.
Ofrece un mapa claro y accesible para fortalecer el vínculo afectivo, sostener la exploración y reparar cuando nos equivocamos.
Promueve una crianza más segura, sensible y coherente, desde la conexión más que desde el control.
Es especialmente útil en contextos de acompañamiento terapéutico a familias, crianza y regulación emocional infantil.
En El Olivo lo integramos en nuestros procesos cuando el acompañamiento a las figuras adultas es clave para el bienestar de las niñas/os

La regulación emocional es una capacidad que se puede entrenar y cultivar en la relación terapéutica.
Desde la teoría polivagal (Stephen Porges), se comprende cómo el sistema nervioso influye en nuestras respuestas emocionales y relacionales.
El Mindfulness aporta herramientas prácticas para habitar el presente con mayor calma, conciencia y compasión.
En contextos de salud y trauma, estas prácticas favorecen la autorregulación, la co-regulación, reducen el sufrimiento y fortalecen la resiliencia.

Pone el foco en cómo las experiencias tempranas moldean las relaciones actuales. Ayuda a tomar conciencia de patrones inconscientes repetitivos. Promueve la construcción de una narrativa más coherente y compasiva de la propia historia

La terapia EMDR permite reprocesar recuerdos traumáticos que quedaron bloqueados en el sistema nervioso. Ayuda a disminuir la carga emocional asociada a experiencias pasadas. Facilita una integración adaptativa de las vivencias difíciles. Mejora la regulación emocional y la percepción de uno/a mismo/a.

Es una herramienta eficaz para tratar trauma, ansiedad, fobias y problemas relacionales.

Theraplay es un enfoque terapéutico que busca fortalecer el vínculo entre el/la niño/a y su figura de apego a través del juego, la conexión y el disfrute compartido.

Se basa en las interacciones tempranas entre cuidadores y bebés —esas que ocurren cuando se juega con la mirada, se canta, se balancea, se abraza o se ríe juntos—. Interacciones que regulan el sistema nervioso, que ofrecen seguridad y que son la base de un apego sano. Cuando estas experiencias no han sido suficientemente buenas o se han visto interrumpidas, Theraplay ofrece la oportunidad de reconstruir ese vínculo a través del juego terapéutico.

Es una terapia vivencial, corporal, no verbal y emocionalmente nutritiva, en la que el/la terapeuta guía actividades sencillas (de ritmo, contacto, mirada, cooperación, cuidado…) que permiten crear experiencias de conexión segura y reparación vincular.

En el proceso se trabaja sobre cuatro pilares fundamentales:

  • Estructura: ofrecer límites claros desde una presencia adulta segura y disponible.

  • Conexión: cultivar la alegría compartida, la sintonía y la reciprocidad.

  • Cuidados: sostener, cuidar y calmar, reparando posibles carencias afectivas tempranas.

  • Desafío: proponer pequeñas metas que fortalezcan la confianza y el sentido de competencia del niño/a.

Theraplay está especialmente indicado para:

  • Niños/as con dificultades de apego o experiencias de trauma temprano.

  • Vínculos padres/madres–hijos/as tensos, distantes o desregulados.

  • Adopciones, acogidas o situaciones con historias vinculares complejas.

  • Dificultades de regulación emocional, inhibición o conductas disruptivas.

En El Olivo, lo integramos dentro de los abordajes de terapia infantil y familiar, especialmente en los procesos diádicos, porque sabemos que un niño o una niña se transforma cuando alguien importante se vincula con él/ella de otra forma.

La Terapia Diádica del Desarrollo, creada por Daniel Hughes, es un modelo de intervención centrado en el vínculo, diseñado para ayudar a niños, niñas y adolescentes que han vivido experiencias tempranas de trauma, negligencia o rupturas en sus relaciones de apego.

Se llama “diádica” porque la intervención no se dirige únicamente al/la menor, sino que implica activamente a una figura de apego segura (madre, padre, cuidador/a), con la que se busca reparar la relación y restablecer la confianza.

El objetivo es crear un entorno relacional donde el/la niño/a pueda sentirse visto/a, escuchado/a y seguro/a para compartir su mundo interno —aunque esté lleno de miedo, rabia, vergüenza o desconfianza—, y que pueda empezar a integrar nuevas experiencias emocionales que transformen su narrativa.

La DDP se apoya en una actitud que Daniel Hughes resume en las siglas PACE, y que atraviesa toda la relación terapéutica:

  • Playfulness (juego y ligereza): para reducir la vergüenza y crear una conexión afectiva más segura.

  • Acceptance (aceptación incondicional): de la experiencia interna del niño/a, incluso cuando su conducta sea difícil.

  • Curiosity (curiosidad sin juicio): para explorar lo que siente y piensa, sin necesidad de cambiarlo o corregirlo.

  • Empathy (empatía profunda): para validar el dolor, el miedo o la rabia que ha vivido.

Esta forma de estar presente permite al/la menor comenzar a confiar de nuevo, a autorregularse emocionalmente y a crear un sentido más coherente y seguro de sí mismo y de los demás.

En El Olivo integramos la DDP en los procesos terapéuticos donde el vínculo ha resultado dañado, sabiendo que lo relacional —lo que fue herido— también puede ser el camino hacia la reparación

La psicoterapia feminista reconoce que lo personal es político y sitúa el malestar dentro de un contexto social, histórico y de género.
Ofrece un espacio seguro donde cuestionar mandatos, roles y violencias normalizadas.
Acompaña a las personas a reconectar con su voz, sus deseos y su poder personal.
Trabaja desde una mirada interseccional, encarnada y comprometida con el cambio.

Las constelaciones familiares nos permiten explorar cómo las lealtades invisibles y los vínculos transgeneracionales influyen en nuestra vida emocional y relacional.
Desde una mirada sistémica, hacen visible lo que a veces se repite de forma inconsciente en nuestras relaciones y elecciones vitales.
Ofrecen una vía vivencial y profunda para sanar vínculos, liberar cargas y ocupar nuestro lugar en el sistema familiar.
Son especialmente útiles en procesos de duelo, conflicto, síntomas persistentes o dificultades vinculares.

Las ramas

Colaboraciones

Las colaboraciones que establecemos forman parte de la red viva que nutre nuestro proyecto y refuerza nuestra apuesta por una psicoterapia humanista de calidad. En El Olivo, escuela de formación en Terapia Gestalt en Madrid, trabajamos en conexión con otras escuelas afines, universidades e instituciones profesionales, ampliando así las oportunidades tanto para quienes se están formando como para quienes ya ejercen como psicoterapeutas gestalt en Madrid y en otras ciudades.

Mantenemos convenios con universidades que permiten a estudiantes de Grado en Psicología y Máster en Psicología General Sanitaria realizar sus prácticas en nuestro centro. Además, colaboramos con escuelas nacionales e internacionales que comparten una visión integradora de la psicoterapia, así como con entidades que acreditan y avalan la calidad de nuestra formación y de nuestro equipo profesional.

Nuestro equipo

Nuestros espacios

El Olivo, Psicoterapia Humanista cuenta con dos locales en Madrid cuidad, cuidadosamente diseñados para ofrecer comodidad y calidez a todas las personas que nos visitan.

Arturo Soria

Nuestra sede central, el local a pie de calle de Arturo Soria (José Silva, 14 bis), ocupa 450 m² divididos en la zona de formación y la zona de psicoterapia.

Cuenta con un acceso ajardinado y adaptado. Al entrar, encontrarás una acogedora y luminosa sala de espera, con café, té y libros, para que puedas pararte y dejarte estar procesando tu sesion. Hay tambien,  un espacio infantil con juegos y cuentos.

En recepción-secretaría, Raquel resolverá tus dudas entre las 15h y las 20h.

Disponemos de siete despachos de 18 m², amplios y cálidos, para psicoterapia individual, de pareja, familias y terapia infanto/juvenil, asegurando la privacidad.

La zona de formación incluye tres salas equipadas: Raíces (60 m², con patio y jardín) y Ramas (50 m²), ideales para grupos grandes y terapia grupal; y Almazara (27 m²), un espacio polivalente perfecto para grupos más reducidos o actividades específicas. Las salas están disponibles para ALQUILER

Príncipe de Vergara

Nuestro segundo espacio, en la calle Príncipe de Vergara, 120, está especialmente dedicado a las terapias individuales y la supervisión. 

Se trata de un local céntrico, acogedor con cuatro despachos luminosos, una confortable sala de espera y un office para momentos de descanso de los terapeutas.